Empáticos / P.A.S. / Tipo Esponja


Creo que los empáticos son personas que sintonizan ampliamente con las vibraciones emocionales y energéticas. Que vibran con ellas. Seres vitalmente intuitivos, creativos y compasivos. Canalizadores emocionales intuitivos que no pudieron reconocerse de esta manera, o la sociedad no los vio, o ya habían comenzado a ascender o vinieron con el adn cambiado antes de tiempo o antes de que hubiese la suficiente información que se los explicara…
Los que se sienten identificados con el término empáticos (o personas altamente sensibles, o tipo esponja u hoy en día adultos índigo o cristal, etc.) y su descripción son personas que han quedado sin orientación, sin maestros, sin gurúes, acomplejadas por esto que vivenciaban como propio, paseando por médicos, psicólogos; alejándose del mundo o enfrentándolo. No han obtenido hasta el momento las herramientas sean en recursos humanos o no humanos o del mundo sutil que le permitiesen verse y entenderse de esta forma. Han quedado como en medio de la ola de cambio de conciencia colectiva. Creo que no han tenido la oportunidad de “ligarse” con otros hermanos de la luz.
Por lo tanto han sido guerreros de luz en la oscuridad…príncipes de las tinieblas que se han reconocido como “locos” “rebeldes sin causa” “naive” “idealistas” “utópicos” “narcisistas” “bipolares” “depresivos” etc. Las circunstancias y experiencias de la vida los han llevado a No ofrecer un “no” como respuesta. No han sabido manejar o canalizar su torbellino emocional interno. Una salida “funcional” bien pudo haber sido convertirse en “artistas” “escritores” o “tarotistas” “psíquicos” “astrólogos” o “psicólogos” o “trabajadores sociales” o “médicos” o “docentes” etc. en la búsqueda de la luz. Otros pudieron haberse quedado a mitad de camino: más allá de desarrollar una ocupación que les permitiese entregar sus dones al bien común se han olvidado de sí mismos, de su propio bienestar. Han estado despiertos sin saberlo. Como semillas dormidas hasta este momento vital y trascendente.
El empático según esta mirada sería el guerrero de la luz que no pudo reconocerse a sí mismo de esta manera por dejarse llevar por las estructuras sociales, por un imaginario social de lo que está bien o está mal, de lo que debería hacer o ser, dejando de lado su propia esencia para evitar el rechazo de la sociedad, ya que al parecer en el modelo de mundo que está cayendo ir hacia la luz parecía no ser un bien o un valor de importancia. Pero en este momento de despertar colectivo finalmente les llega la oportunidad de despertar a su esencia. Al igual que al resto de los mortales. Sólo que en el caso del empático debe reconocerse de esta forma, sentirse abrazado por sus hermanos de lucha que han logrado ser de alguna forma aceptados por los demás o que se han podido aceptar a sí mismos y abrazar su propia luz divina. En vez de sentirse como oveja negra, fallados, con desperfectos, deberían reconocerse asertivamente como maestros, sabios y guerreros de la luz. No han podido creer en sí mismos, ni apreciarse como lo que eran a pesar de sentir el llamado a despertar desde pequeños…recién ahora se ha generado el suficiente “colchón” para salir de las “tinieblas” y reconocerse como príncipes y no como patitos feos. El empático siempre supo del dolor y de la alegría ajena y propia. Sabe ponerse en el lugar del otro. Siempre ha visto a los demás como sus hermanos…pero los ha visto como hermanos que lo han dañado y que han dañado a la madre tierra. Ese sufrimiento ha sido tal, que los ha llevado a descreer de sí mismos, de estar al borde de la sensación de locura abrumadora por la lucha interna y la cantidad de energía conviviendo en su interior. Por otro lado ha sido tal la posibilidad de sentirse uno con la naturaleza, los demás y la divinidad que al encontrarse sin guía, obteniendo rechazo, siendo usado y abusado se ha sentido diferente, lastimado en su esencia, problemático y se ha adormecido durante muchos años en vez de haberse amado y amado su capacidad de conexión espiritual. Ha vivido muchos años en un planeta desconocido sintiendo que pertenecía a otro lugar, tiempo y espacio. Creo que finalmente le ha llegado el momento existencial de vivir en su lugar, finalmente el mundo comienza a acercarse a “su mundo” a “su forma de ver el mundo”. Por lo tanto el empático ha accedido a todo este conocimiento en el pasado y ha vivido en un “planeta” que ahora está comenzando a surgir.
Diría que ha sido un visionario emocional o que recuerda lo ya vivido en otras existencias o que puede percibir las conexiones con el todo. Sabía que este era el destino de la humanidad…el cambio colectivo de conciencia…pero por diversas razones no llegó a adueñarse de ese conocimiento y de esa sabiduría. Al no poder liberarla de manera saludable y coherente consigo mismo, el resultado ha sido vivir en forma de dolor o de abuso de otros hacia él, otros que indudablemente sí han podido de alguna manera ver esas capacidades que el empático no logró ver en sí mismo…o que si las vio…no logró adueñarse de las mismas. Por lo tanto mediante una permeabilidad y energía permisiva no autoempatizó lo suficiente con sus necesidades.
El ejemplo de las neuronas espejo: habiendo pasado tantos años de evolución científica…es llamativo que recién ahora descubran estas neuronas que nos confirman que el hombre es un ser social por naturaleza….esto ayuda obviamente a hacernos cargo de que sin duda la salida es una civilización empática…una civilización nueva…una civilización donde nuestros lazos sean el combustible y la fuerza de acción y avance social. El empático ya sabía todo esto, ahora es momento de que finalmente pueda creer y confiar que finalmente eso que visualizó como futuro…eso para lo cual “peleaba” eso a lo cual “aspiraba” y “añoraba” sintiéndose un ser extraño….un “aborto de la naturaleza” un “loco de la guerra” o un “antisocial” finalmente se hará carne en la sociedad.
Cuando el empático logre abrazar tanto su luz como su oscuridad, recupere su integridad desde su esencia, podrá guiar sabia y felizmente a los demás confiando en su experiencia, confiando en su intuición, transmitiendo esa armonía y unión con el universo como ha sentido desde un principio mientras crece armoniosamente en equilibrio interno a partir del amor propio y aceptación de su condición junto a sus hermanos de luz. Pero lo más importante de todo…guiándose y valorándose, esta vez, a sí mismo.
Mariana Méndez
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