Si quisiéramos construír nuestra Resiliencia deberíamos edificarla con el planito precedente. Se presume que hay personas más resilientes que otras y si quisiéramos desarrollarnos resilientes deberíamos seguir estos pasos firmes para alcanzar el objetivo.
El término Resiliencia viene de las ciencias físicas: Es la capacidad que tiene un material de recobrar su forma original después de haber sido sometido a una presión. En el caso del ser humano en realidad no vuelve a ser el mismo. Algo cambia en él para bien o para mal. Pero en las ciencias humanas Resiliencia sería la capacidad de superar las crisis y salir fortalecido de ellas.
Me gustan los proverbios y los refranes...encierran mucha sabiduría, por algo persisten a través de los años, sólo que muchas veces los menospreciamos. Por ejemplo en este caso todos hablamos de resiliencia cuando decimos: “no hay mal que por bien no venga” o “lo que no te mata te fortalece” y yo creo que también podríamos decir que es la manera a través de la cual el universo nos va acercando un día el río, otro el pez y a la siguiente crisis la caña: “regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida”. A veces no nos damos cuenta que tenemos las tres cosas finalmente y ahí nos equivocamos cuando nos olvidamos de pescar.
Si querés trabajar sobre la resiliencia y sobre tu desarrollo personal o favorecer el de los demás ingresá a Formación.
Lic. Mariana Méndez
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